XXV Aniversario "Marías"

El afán por engrandecer el patrimonio de nuestra Cofradía, y de nuestro pueblo, siempre estuvo en mente de muchos, ya que desde su refundación en 1940, la Cofradía únicamente contaba con la imagen que conocemos hoy de la Santa Mujer Verónica del prestigioso escultor valenciano D. José Romero Tena, lamentando que  la imagen anterior (de la cual desconocemos su autoría y su año de adquisición), y que se albergaba en la Ermita de la Concepción desapareció durante la Guerra Civil como tantas otras imágenes pertenecientes a nuestra Semana Santa.

A finales de la segunda mitad de la década de los 80, un grupo de jóvenes se decidieron a dar el paso de la ampliación de la Cofradía, lo que también conllevaría a que la Cofradía no sólo participara en las procesiones del Miércoles y Viernes Santo, sino también en las procesiones del Martes y Domingo de Resurrección, y con ello conseguir también un mayor número de cofrades.

Durante varios meses, este grupo de jóvenes estuvieron barajando diversas posibilidades, pero al final se optó por adquirir el grupo escultórico “Santas Mujeres Piadosas” basándose en dos pilares básicos:

* Tener una representación de imaginería de estas mujeres que acompañaban a Cristo y acompañaron a su Madre durante la agonía de su HIJO, y que en nuestra población, y desde hace ya muchos años se venía representando por diversas mujeres aspenses, que desde niñas o incluso desde recién nacidas, su madres y principalmente sus abuelas las apuntaban para poder representar dicho papel.

* Se apuntaba a la existencia en las poblaciones de la comarca de imágenes similares.

Una vez expuestos estos argumentos a nuestros cofrades, junto con el aumento del número de salidas procesionales y el aumento de socios, se solicitó autorización al órgano superior de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Aspe, la cual dio su visto bueno.

Es aquí, con la aprobación de los miembros de la Cofradía y de la Junta Mayor, cuando comienza el proyecto a vislumbrarse. Primeramente, se mantuvieron numerosas entrevistas con el prestigioso escultor albaterense D. Valentín García Quinto, recientemente fallecido, y tras varías reuniones se le adjudicó la realización de nuestras imágenes.

García Quinto, durante una de las numerosas reuniones mantenidas con los promotores del proyecto, manifestó que la mejor madera para la realización de las Santas Mujeres Piadosas, era madera de ciprés por su durabilidad y menor deterioro. Antonio Mira manifestaba  que el tenía un ciprés que previamente se encontraba plantado en la zona del Tolomó y que tras unas lluvias éste cayó al suelo y que actualmente le servía para sustentar sus cultivos de vid en el Camino de Hondón, por lo que tras una terrible riada que asoló los campos aspenses, el cultivo se desmontó y la madera de ciprés fue entregada al escultor para que comenzara con su obra.

Mientras las delicadas manos de García Quinto daban forma a nuestras imágenes, el trabajo en la Cofradía no cesaba, la ilusión era máxima, por ello no importaba el frío o la lluvia, para que diversos miembros de la Junta Directiva recorrieran las casas de nuestros cofrades exponiendo en qué fase se encontraba este ambicioso proyecto y solicitando la ayuda económica que fuera posible. Además, y sorprendentemente, a esta colecta también se sumaron personas ajenas a la Cofradía, por lo que desde estas líneas agradecer tanto a cofrades como simpatizantes de nuestra Cofradía, que gracias a ello, hoy podemos celebrar su vigésimo quinto aniversario en nuestro pueblo.

La fecha para su llegada se acercaba, y debía estar todo a punto. Se necesitaba un trono completo con el que procesionar, trono realizado en madera por José González junto con otros miembros de la Cofradía. Este primer trono fue sustituido años más tarde por un trono elaborado por  “el Pelao” y otros miembros de nuestra Cofradía; este trono perteneció a la Santa Mujer Verónica, pero que tras la realización de las andas actuales, pasó a portar a las Marías. Además, se necesitaban trajes, enaguas, faldillas para el trono, bisutería y un sin fin de detalles más, que con el buen hacer de nuestros cofrades y su trabajo desinteresado de todos estuvieron a punto para el gran día.

El gran día llegó para nuestra Cofradía, un 25 de febrero de 1989, dónde se recogió el fruto de todo el esfuerzo y entusiasmo puestos meses atrás, que a pesar de las dificultades económicas de la fecha, llegó a su fin con la entrega de estas imágenes por parte de su escultor. Era un día especial, ya que era el día de su presentación al pueblo de Aspe y el primer día que de manera extraordinaria y con motivo de su bendición iban a recorrer nuestras calles.

A pesar de la alegría de todos los cofrades, la climatología no acompañó en el momento de su salida desde la calle El Sol para su traslado a la actual Basílica Nuestra Señora del Socorro, por lo que tuvieron que ser protegidas con plástico para protegerlas de la lluvia para que el  recientemente fallecido Presbítero y  Canónigo de la Catedral de Orihuela D. Domingo Juan Almodóvar llevara a cabo la bendición de las imágenes de María de Cleofás y María Salomé.

Tras su bendición, y a su salida por la puerta principal de nuestra Basílica, la climatología dio una tregua y el sol relucía, por lo que ahora sí, las Santas Mujeres Piadosas podrían lucirse por las calles de nuestro pueblo en retorno a su Casa Cofradía que en aquel entonces se encontraba en la esquina entre las calles Ramón y Cajal y la calle San Luis.

Ese mismo año, las pudimos ver procesionar en nuestra Semana Santa. Su andadura en ella, empezó un 22 de Marzo de 1989 (Martes Santo), dónde no iban solas, las acompañaban unas niñas vestidas con el mismo atuendo de hebreas que las imágenes vestían.

Los años pasaban, y ellas como cada Semana Santa estaban preparadas para procesionar, cuando llegaba el Martes Santo salían por nuestras calles con los trajes de hebrea, mientras que el Viernes Santo, tanto en la procesión del Camino del Calvario (nuestra tradicional Mañanica de Viernes Santo) como en la procesión del Santo Entierro iban con los típicos atuendos que llevan los personajes vivientes de Marías. Ese mismo atuendo, repetirá en su salida el Domingo de Resurrección, pero si el Viernes Santo portan en sus manos la corona de espinas y los clavos, el Domingo de Resurrección cambian por unas guirnaldas de flores con motivo de la Resurrección de Cristo.

Los primeros trajes realizados por miembros de nuestra Cofradía, fueron sustituidos en el año 2006 por unos trajes de hebrea realizados en los talleres Escudero de Orihuela, que sin quitar la importancia de los antiguos, estos causaron una grata sorpresa tanto para los cofrades como para los aspenses. Es desde esta fecha cuando se planteó que este traje a parte de salir el Martes Santo, también volviera a repetir en la Mañanica de Viernes Santo, tal y como se puede observar en la Semana Santa de nuestros días.

La segunda salida extraordinaria que realizaron las Santas Mujeres Piadosas, fue en el año 2003, junto con la imagen de la Santa Mujer Verónica, con motivo de la inauguración de la actual Casa Cofradía sita en la calle Zorrilla. Una sede que es el punto de encuentro de todos los cofrades, en donde se realizan las asambleas y las comidas tradicionales de Domingo de Resurrección.


Además, nuestras imágenes también han participado en diversas exposiciones como en diversas muestras de imaginería realizadas con motivo del XII Encuentro Provincial de Cofradías y Hermandades de Semana Santa y en el V Encuentro Interdiocesano de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, ambas exposiciones realizadas en la Basílica Nuestra Señora del Socorro.